Bellissima intervista rilasciata in esclusiva ad un giornale spagnolo.
Per ora la pubblico in spagnolo, ma probabolmente riusciremoi ad avere una traduzione in italiano
Jonathan Rhys Meyers25 / 03 / 2011 - GLORIA SCOLA
[email protected]La estrella irlandesa repasa su carrera y sus inicios en el mundo del cine y habla de Los Tudor, serie en la que encarna a Enrique VIII y que Tiempo regala a sus lectores cada semana.
“Enrique VIII fue un hombre terrible”
HA SIDO EL REY DEL ROCK -Elvis Presley- y el rey de Inglaterra más famoso y sanguinario de la historia- Enrique VIII-. En esta entrevista exclusiva concedida durante el pasado festival de Abu Dabi, el actor irlandés Jonathan Rhys Meyers (Dublín, 1977) habla de su pasado y futuro en la interpretación, de su trabajo con Woody Allen, de la monarquía y, por supuesto, de Los Tudor, la premiadísima serie- más de 32 galardones internacionales- que Tiempo regala cada semana a sus lectores.
Usted nació en Dublín y a los 15 años fue descubierto en unos billares en Cork. ¿Cómo lo recuerda? Yo estaba trabajando ahí, estaba en medio de una jugada, como Paul Newman en El buscavidas, y una directora de castin me vio y me dijo: “¿Crees que podrías hacer eso delante de una cámara?”. Yo me reí. Y continuó: “Es para Warner Brothers. Quiero que digas estas diez palabras, una frase, mientras te grabo con una videocámara. Eso es todo”. Lo repetí otras dos veces, me dijo que quizá volviera en media hora, y le dije: “Pues vale”. A mí me daba igual, ya que no sabía nada de esto.
Y volvió. Se fue, y al rato yo también, porque tenía una entrevista de trabajo en una tienda de ropa al otro lado de la ciudad. Cuando a la hora volví al billar, esta mujer estaba histérica. “¿Dónde estabas? He hablado por teléfono con sir David Puttnam [productor de Los gritos del silencio, Carros de fuego, El expreso de medianoche o La misión] y con el director de fotografía Bruno de Keyzer [En el centro de la tormenta] y quieren verte para una prueba de cámara. Fuera hay una limusina esperándote”. Así que con 15 años y en media hora tenía una limusina que me llevaba a conocer a un gran productor. Estuve tres días haciendo pruebas y me llevé un disgusto porque no me dieron el papel, pero a los dos días la directora de castin me dijo: “Quizá haya otro papel, así es como funciona”. Y a partir de ahí es una historia muy aburrida y compleja sobre las audiciones que haces y las que no, reuniones, conseguir y no conseguir el papel, hacer películas... hasta hoy.
Bueno, pero usted lo ha conseguido. Ha conseguido triunfar. Bueno, todavía no lo sabemos (risas).
Y tras sus inicios, ¿ha acudido a una escuela de interpretación? No.
¿Y cuál es su técnica?Todavía la estoy descubriendo. Mi técnica es que no tengo técnica. Me encantaría decir que tengo un arte y una destreza para la interpretación... pero no es así. Soy una persona emocional y soy muy observador.
Es decir, que tiene mucha psicología. No, es que capto las emociones de forma muy rápida, y ese es mi don. Tengo la habilidad de sentir las emociones de otros o de ponerme en situaciones que no son reales. Tengo una imaginación muy vívida y eso es porque de pequeño pasaba mucho tiempo solo. Mi madre no tenía demasiado tiempo para estar conmigo y mi hermano era un gran lector, así que pasaba mucho tiempo solo.
He leído que pasó algún tiempo en un orfanato. ¿Es cierto? No, no lo es. Y la verdad es que no sé de dónde ha salido esa historia. Creo que viene de algún periodista que quería que su artículo fuera más atractivo de lo que es la realidad y así poder contentar al director y que le diera más páginas, y poder decir: “Oh, qué bueno soy”. Pero no, nunca estuve en un orfanato.
Pero, ¿es cierto que su padre abandonó a su familia? Sí. Siendo muy joven. Pero es que mi padre era muy joven.
¿Así que le ha perdonado?Por supuesto. Mi padre y mi madre eran adolescentes.
¿De verdad? Sí. Los adolescentes son niños y, por tanto, no deberían tener niños. Ahora mi padre es un hombre muy cariñoso, estupendo, y mi madre, desgraciadamente, murió hace tres años.
Tengo entendido que con su primer gran sueldo le compró una casa. Sí, y me siento muy afortunado por haber podido hacer eso por mi madre. También porque siete años después pude hacer lo mismo con mi padre. Mi padre vive en una casa que le he comprado en España, en Las Ramblas, Alicante.
Cuando Neil Jordan le escogió para hacer de asesino de Michael Collins, dijo dos cosas de usted: que se parecía a Tom Cruise de joven y que tenía una seguridad aplastante. Que ese era su don. Sería también por sus ojos... Cuando fui a conocer a Neil Jordan en Dublín había cuatro chicos que también estaban citados. Empezaron a decir cosas como “ahora estoy haciendo un poco de televisión y una obra de teatro”, y yo, un actor muy joven que nunca había hecho nada, pensaba: “Vaya, estos tíos son unos profesionales y saben de qué va esto. Voy a conocer a Neil Jordan, qué bien, pero eso es todo”. Así que cuando entré en esa habitación, Neil Jordan vio en mí una seguridad aplastante... pero en que no me iban a coger (risas). Y eso hizo que me eligieran.
Hablemos de Match Point. Su personaje, en realidad, no es tan malo. Como me dijo Woody Allen: “Recuerda que no es un psicópata, es alguien patético”.
¿Woody Allen le dio el guión? Normalmente no se lo da a todos los actores, así que ni estos saben el final. Es cierto, pero a mí me lo dio, porque mi personaje sale a lo largo de todo el guión, así que tenía que hacerlo. Matthew Goode y Emily Mortimer no sabían el final, pero Scarlett Johansson sí. Le dijo: “Woody, tienes que decírmelo. Si no, no lo hago”. Además, Scarlett llegó al rodaje una semana antes de empezar. Lo iba a haber hecho Kate Winslet, pero tuvo que dejar la película, no sé muy bien por qué.
¿Cómo es Allen dirigiendo? Muy amable. No te habla mucho porque no lo necesita. La conversación más larga que he tenido con Woody Allen ha sido de cinco minutos, máximo diez. A veces me decía: “Buenos días”, yo a él también, y eso es todo lo que nos decíamos. Con Dianne Wiest hizo tres películas, incluida Balas sobre Broadway, donde era la protagonista, y nunca habló con ella. Solo “buenos días” y “buenas noches”, y decía: “Eso es una actriz”. Nunca tuvo que dirigirla en una escena, sino dejarla hacer su trabajo. Además, Woody quiere ser actor, no director. A Woody Allen le encantaría aparecer en el rodaje, hacer su papel, tomarse una magdalena e irse a casa. Le encantaría ser solo actor, pero dice que nadie le elige como actor. Yo le pregunté: “Si yo dirigiera una película, ¿la protagonizarías?”. Y me contestó: “Por supuesto”.
¿Le gustaría dirigir? ¿Es la progresión natural de un actor? No es la progresión natural, pero a mí sí me gustaría. Creo que algunos actores son muy buenos dirigiendo y otros no. Ben Affleck es magnífico, mucho mejor de lo que jamás será como estrella de cine. Matthew Modine, igual...
¿Qué ha supuesto para usted el personaje de Enrique VIII en Los Tudor? Las dos primeras temporadas me encantó hacerlo. Las dos últimas la verdad es que no. Yo quería que alguien mayor que yo tomara el relevo del papel. Creía que haría una temporada y de repente me quedé atrapado durante cuatro años. Perdí muchos trabajos, muchas películas...
¿Y qué opina de Enrique VIII? Yo creo que Enrique VIII fue un hombre terrible. Egoísta, vanidoso, presuntuoso, altivo, bipolar, de comportamiento psicótico... Pero todo eso le vino de la gota, las varices, el escorbuto... La enfermedad le cambió de carácter a los 40 años.
Ahora que ha interpretado al rey de Inglaterra, ¿qué opina de la monarquía? La monarquía tiene un tremendo sentido. La gente ha nacido con ello y es algo intrínseco a su vida.
Tiene pendiente de estreno Shelter, junto a Julianne Moore, y Belle du Seigneur, producida por Glenn Close... ¿Sueña con un Oscar? Creo que es el sueño de todo actor, y quien diga que no es un mentiroso
TIEMPO DE HOY
